viernes, septiembre 30, 2005

Evolución

Armando pelea por recuperar los pedazos de sí mismo en las banquetas mojadas. Los perros pasan sobre ellos y los riegan por todos lados. Es demasidado dificil perseguirlos. Su cabeza lo guia hacia sus brazos y los coloca suavemente en su lugar, como intentando no lastimarse en valde. Los perros se han ido; Armando esta de nuevo completo; pero se da cuenta que no es precisamente un experto en el ensamblaje de partes humanas. La posicion de todo su cuerpo es extrañamente asimétrica. No le duele. Es cuestión de acostumbrarse. Todo a la larga es cuestión de acostumbrarse.
Cuando regresa la vista hacia atrás y descubre que han quedado piezas sin colocar, descubre con alegría que son piezas que ahora le sobran. Nada es por casualidad. Nada es coincidencia.

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