domingo, noviembre 27, 2005

Testigo

Sabía que tenía que ser alguien como yo. Mi espejo, mi imagen duplicada al carbón. Eso sería lo mejor. Pero parece que algo lo detuvo. Sólo espero poder esperar más tiempo. Era perfecto. Era gracioso, discreto pero sin temor al peligro; pesado, pero su figura se amoldaba a la mía. Me hacía feliz, me drenaba. Hoy necesito desazolve.
¿Quién pude seguir contigo? ¿Quien puede terminar lo que empezaste? ¿Quién es mejor? ¿Quién teme a lo desconocido? ¿Quién puede esperar lo mejor?
Sabía que tenía que ser alguien como yo. Hoy sigo aquí.

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