domingo, marzo 18, 2007

Misión Andrómeda


Mira las cadenas que he forjado; pensarías que son de hierro, pero no te engañes; papel maché las componen.
Me tomó años llegar a donde estoy, encadenado en un risco en las costas de Etiopía, purgando pecados ajenos, imagen burda de una crucifixión anunciada.
No fue Cefeo el que me colocó en esta roca, fue mi voluntad doblegada, el deseo de ver a mis pies los males de los demás.
¿Y qué es lo que buscaba? ¿El reconocimiento de los otros? ¿La paz que calmara estas terribles llamas en mi plexo solar? Ni yo mismo lo sé.
De pronto me di cuenta que la carga era demasiado pesada; no podía cumplir mi misión Andrómeda.
Mis cadenas de papel maché se incrustaron en la piedra y solidificaron mis muñecas. ¿Dónde esta Perseo cuando lo necesitas?